Una vez descansado visité la catedral y sus alrededores, escuchando a los músicos callejeros que nos deleitaban con sus canciones.
Mas tarde comí en el restaurante "Mesón Caserio", por un menú de 8 € ofrecían de primero un plato de pulpo, de segundo filetes de ternera con patatas fritas caseras y de postre tarta de queso. La picaresca estaba en que te ponian trozos de pan en la mesa que no incluia el menú (1€) y la bebida tampoco estaba incluida (por una botella pequeña de agua 2,5€). No quise discutir con el camarero porque la comida estaba realmente buena. Más tarde compre algunos productos típicos de la zona como quesos, licores y tartas.
Por supuesto que conseguí mi Compostelana escrita en latín, para los más curiosos os dejo el texto en Castellano.
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